Buscar empleo siempre es una tarea incómoda. Pero si encima tienes más de 50 años, la experiencia puede resultar frustrante.
Según un informe publicado en 2014 por la consultora de recursos humanos Adecco, la franja de edad que tiene más difícil el acceso al mercado laboral es la de los mayores de 55 años, a la que van dirigidas tan sólo 0,5% de las ofertas publicadas.
A estos trabajadores les siguen los adultos con edades comprendidas entre los 45 y los 54 años con 6,1% de las ofertas de empleo.
Además, según la consultora Lee Hecht Harrison, uno de los principales problemas con los que se encuentran las personas mayores de 50 años a la hora de cambiar de trabajo es el largo tiempo que llevan sin hacerlo.
Aunque muchos jóvenes están acostumbrados a elaborar currículos y realizar entrevistas, para muchos desempleados de más edad estas actividades pueden acabar siendo una pesadilla.
Por tanto, ser capaz de convertir la veteranía en una virtud y saber convencer a la empresa que quieres que te contrate de que eres la persona ideal para el puesto son dos aspectos clave a la hora de enfrentarse a un proceso de selección.
En BBC Mundo te damos 5 consejos para que logres el empleo que tanto ansías.
1. Demuestra que tienes ganas de aprender
A la hora de contratar, la percepción que muchos empresarios tienen sobre los adultos mayores de 50 años es que han llegado a un momento de su vida en el que no quieren cargar con estrés adicional.
Creen que, por el mero hecho de ser mayor, es probable que no tengas ganas de aprender cosas nuevas.
Por tanto, para evitar ser descartado antes de comenzar a trabajar, es necesario que dejes claro que no estás acabado.
Demuestra que quieres seguir formándote y que, sea cual sea el desafío, vas a dar lo mejor de ti.
Explícales que aún no has llegado a la cima, sino que sigues escalando la montaña.
2. No te dejes desanimar por los estereotipos
Puede que esuches frases del tipo: "Seguro que, como es mayor, no tiene ni idea de cómo se maneja una computadora", "al fin y al cabo, planea jubilarse en cinco años", o "seguro que no quiere aprender a hacer cosas nuevas, las personas mayores son menos flexibles".
Pero los estereotipos están para romperse.
No te desanimes. Aunque no tendrías por qué hacerlo, demuestra que sigues teniendo las mismas ganas de aprender que un veinteañero.
Si no confías en ti mismo, es probable que nadie lo haga.
3. Busca empresas que te convengan
Tener claro dónde quieres trabajar es fundamental para encontrar el empleo adecuado.
Para empezar, lo mejor es que busques empleo en empresas pequeñas, ya que suelen contar con menos presupuesto para contratar y anunciar puestos, y muchas carecen de departamento de recursos humanos.
En empresas más grandes y con más recursos, por el contrario, la competitividad y el número de candidatos suele ser mayor.
Por otro lado, elegir la empresa adecuada puede ser crucial para aumentar las oportunidades de ser contratado.
Céntrate en aquellas cuyo público objetivo sean adultos mayores ya que, por lo general, este tipo de clientes se fía más de las personas con experiencia que de los jóvenes.
4. No trates de esconder la edad que tienes
A pesar de que muchos directores de recursos humanos prefieren no saber la edad de los candidatos, es preferible no esconder de cuándo a cuándo trabajaste en anteriores compañías.
A nadie le interesa si terminaste la escuela primaria en el 1956 o en 1960.
Pero, si revisan tu currículo, leen tu carta de presentación o echan un vistazo a tu perfil de LinkedIn y no son capaces de hacerse una idea del tiempo que pasaste trabajando para otras empresas, saltarán las alarmas.
Y céntrate en los últimos 15 o 20 años de tu carrera profesional.
Si llevas más tiempo trabajando, puedes hacer una lista de tus proyectos más destacados pero, recuerda, es tu currículo, no un obituario de tu carrera profesional.
5. Sé activo en redes sociales
Para demostrar que estás a las últimas tendencias es conveniente que te muestres activo en redes sociales.
Si buscan tu perfil en Facebook, Twitter, Instagram o LinkedIn y no te encuentran en ninguna de esas redes sociales, alimentarás los estereotipos.
Escribe artículos en LinkedIn, comparte contenido en Facebook y no dejes de dar tu opinión en Twitter.
Por último, es conveniente que identifiques a personas que trabajan en las compañías que te gustan, las sigas en redes sociales y comentes algunas de sus publicaciones.
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